Red Palante!

libertad para los presos políticos y sociales * cárcel para los fascistas, mafiosos y violadores
 

Informe especial
Mirada sobre los presos políticos del fascismo colombiano

por Amigos de la Paz en Colombia y en el Mundo
Febrero-marzo de 2006

7. El presidente colombiano responde con su habitual soberbia

Pero a todo tipo de propuestas, el presidente colombiano responde con su habitual soberbia y desprecio por la vida: “no despejaremos ni un milímetro de nuestro territorio”. Pretende sí, de manera hasta grosera, que en una eventual liberación los revolucionarios abandonen las filas de su movimiento o deben continuar pagando su pena en otro país (¿sería en los EU, acaso?) Vale aclarar que el movimiento insurgente de ninguna manera plantea que los liberados por ellos deban encauzar su vida con pauta alguna. O sea, los militares, policías, políticos en poder de las FARC, podrían reanudar sus actividades tal como las realizaban antes. Los revolucionarios deberían abandonar sus puestos… (¿?)

Suiza, España y Francia demuestran voluntad de intervenir en el gravísimo problema que aqueja a la sociedad colombiana, de hecho han ofrecido aportar observadores así como enviar una comisión para chequear sobre el terreno.

Podemos resumir entonces que en lo que respecta al intercambio humanitario de prisioneros no existe voluntad real del gobierno como para que las instancias puedan desarrollarse. Gran voluntad en cambio existe de parte de la comunidad nacional e internacional, para que pueda producirse el reencuentro con las familias, hoy heridas por tantos años de incertidumbre y la ausencia del ser querido.

Uribe continúa burlándose de todos, la guerrilla continúa sus combates, los paramilitares siguen matando, desplazando, persiguiendo, torturando; la geografía colombiana bañada en sangre de pueblo, quien sabe hasta cuándo. Esta es la tremenda realidad que se padece en este país del norte de América del Sur.

El 28 de enero falleció el prisionero de guerra en poder de la insurgencia, capitán de la policía de Mitú, Julián Ernesto Guevara Castro. Las FARC ofrecieron entregar su cuerpo a los familiares, en tanto existieran garantías de parte del gobierno para que el acto se produzca. Muerte absolutamente evitable, al menos en esa situación de cautiverio, de haberse realizado ya el intercambio de prisioneros. ¿Cuántos muertos más deberán existir para que ese se lleve a cabo? ¿Hasta dónde la intransigencia puede superar el respeto por la vida?

Hay informaciones que indicarían que los EU se han mostrado interesados en adelantar contactos para intercambiar a Sonia y a Simón por sus tres agentes en poder de las FARC. Por supuesto este interés no es demostrado abiertamente, sino que pretenderían un pacto “por detrás” de la prensa internacional, cosa a la cual se negaría la guerrilla.

El miércoles 22 de enero, el esposo de Íngrid Betancourt, Juan Carlos Lecompte, aseguró a la prensa que “si Uribe es reelecto difícilmente se llegue a la liberación de Íngrid”. Recordó cuando en una oportunidad en la cual Íngrid y Uribe se encontraron en una estación de radio en Barranquilla, ambos en plena campaña electoral, ella lo acusó directamente por sus vínculos con el narcotráfico, cosa que molestó profundamente a Uribe. ¿Será éste uno de los motivos por los cuales este personaje desoye las posibilidades del intercambio? Todo indicaría que sí.

Pero es bueno recordar que los intentos para realizar el intercambio de prisioneros que plantea la insurgencia no son nuevos; para que podamos hablar del presente es porque existió un pasado, en este caso sumamente triste, nefasto que vale la pena recordar.

El presidente Pastrana, durante su campaña presidencial, levantaba las banderas de la paz, con el clarísimo fin de obtener votos. La comunidad internacional fue testigo de los inicios de diálogo y negociación con la insurgencia, supuestamente con el fin de hallar entre ambas partes en conflicto un acuerdo que permitiera cambiar la situación colombiana.

Pero mientras se celebraban esos diálogos, el paramilitarismo ejecutaba horrendos crímenes contra la población desarmada: masacres, muerte, persecución, desaparición de personas, demostraban que no eran precisamente dos las partes interesadas en labrar acuerdos de paz…

Se estaba fortaleciendo el aparato de guerra del estado y todas sus instituciones, hechos posibles sin duda, gracias a los favores de los Estados Unidos. Pretendían lograr que la insurgencia emprendiera el camino hacia su desmovilización seguida de su “reinserción” a la vida civil.

A mediados de 2001, insurgencia y gobierno acuerdan y hacen efectivo un intercambio humanitario de prisioneros. Fueron liberados 147 rebeldes y 47 militares. En el mes de junio y sin que mediara ningún acuerdo previo, la guerrilla libera a 304 prisioneros más, en La Macarena. En febrero de 2002, el gobierno lanzó el operativo militar Thanatos, con lo cual se terminaron los momentos de diálogo… El 20 de febrero de 2002, a las 21 horas, Pastrana ordena a los altos mandos militares el comienzo del ataque que debía comenzar a las 12 de la noche.

Mentiras, burla, conspiraciones es lo que viene sucediendo en la riquísima tierra colombiana. La sociedad civil se ha visto engañada permanentemente, se continúa fomentando esta guerra que parece tan beneficiosa para los intereses de los gobiernos y sus séquitos de políticos tan corruptos como ellos. La guerra continúa su escalada. En estos momentos, el presidente Uribe firmó con los EU el Tratado de Libre Comercio. Sorprende ver la agilidad del presidente cuando de someter a su pueblo se trata…

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