libertad para los presos políticos y sociales * cárcel para los fascistas, mafiosos y violadores
 

Solidaridad con las prisioneras políticas del RKRP

Las cuatro militantes comunistas acusadas de volar el edificio del FSB (policía secreta) en 1999, ya eran conocidas por esta agencia del gobierno ruso, pero sus investigadores cometen un error al esperar una rápida confesión, aseguran quienes las conocen.

"El FSB esperaba que las mujeres se rindieran y reconocieran rápidamente su culpabilidad, pero falló su cálculo: Las acusadas, a diferencia de los jóvenes del lumpen fascista de la extrema derecha, tienen medios para mantenerse fuertes y permanecer firmes", asegura Alexander Tarasov, un experto del centro de estudios Panorama.

"Ellas basan su fortaleza en su convicción comunista", dice. "Son suficientemente inteligentes para una protesta deliberada y algunas de ellas tienen experiencias amargas de encuentros trágicos anteriores con el actual régimen".

Nadezhda Raks

Nadezhda Raks, de 29 años, es una de las dos mujeres que han sostenido consistentemente su inocencia. Nació en el pueblo ucraniano de Rovno, famoso escenario de la lucha de los aprtisanos soviéticos contra los invasores nazis durante la Gran Guerra Patria.

Sus libros favoritos tratan sobre los héroes soviéticos de la Revolución de Octubre y la Gran Guerra Patria, según su autobiografía publicada en el sitio web del Comité de Defensa de Presos Políticos - Combatientes por el Socialismo.

Su vida política comenzó en el verano de 1993, cuando un conflicto entre el presidente Boris Yeltsin y el Parlamento desembocó encombates en las calles de Moscú y terminó con el golpe de Estado de Yeltsin, respaldado por los tanques de guerra.

"Este golpe me afectó mucho... Y por supuesto, todos estos eventos me provocaron rabia y un deseo de hacer algo, de luchar de alguna manera, de resistir", escribió Raks en una carta desde la cárcel en 2001, también publicada en el sitio web. "Los tiempos nos han elegido, como lo hicieron con nuestros abuelos y abuelas en los años de la Gran Guerra Patria, y debemos luchar con todas nuestras fuerzas contra este vil régimen burgués antipopular".

Raks se unió a la Juventud del Partido Comunista Obrero Ruso, o RKRP.

En 1996, tras graduarse de la universidad, Raks empezó a enseñar inglés en una escuela pública de Kaluga, donde pronto organizó una huelga de profesores para exigir aumentos salariales.

El siguiente año, fue a Moscú a trabajar como profesora de inglés en la reconocida escuela Denis. Los directivos de la escuela la recuerdan como una profesional y una colega no conflictiva. Mientras tanto, su compromiso con el RKRP creció.

"Nadezhda participó muy activamente en el movimiento de derechos humanos de ese entonces", dice Yuri Korotkov, militante del RKRP que trabajó de cerca con Raks. "Gastó todo su dinero apoyando a nuestros camaradas que tenían problemas con las autoridades. Probablemente, dañó sus relaciones con el FSB (policía secreta) en ese momento".

Dimitri Kostenko, líder del sindicato de izquierda de estudiantes de Moscú a finales de los 90, describe a Raks como una chica tranquila de provincia dispuesta a sacrificarse por los demás. "Aparentemente siguió el modelo de vida de los jóvenes héroes de la guerra contra los nazis", dice.

Raks escribió en una carta desde la prisión en 2001: "Uno de mis camaradas tenía razón al escribirme: 'La lucha principal hoy día tiene lugar no en la oficina del investigador sino en tu interior. Si decides que todo está perdido, será tu mayor derrota...' Haré lo mejor que pueda para seguir firme. Y lucharé como sea posible en la prisión".

Larisa Romanova

Larisa Romanova, de 29 años, quien también ha negado su participación en la colocación de bombas, es la única acusada con sentencia criminal previa.

Nacida en una familia de intelectuales de Moscú, Romanova se graduó con honores en la prestigiosa academia financiera Plejánov, pero en vez de seguir una carrera en las finanzas, se involucró con los ecologistas radicales, músicos alternativos y anarquistas.

En 1996, participaba en una manifestación contra la decisión del concejo de la ciudad de darle tierras del histórico parque Neskuchny Sad a firmas privadas de construcción, cuando un oficial de la OMON (policía antidisturbios) la golpeó en la cabeza con un bolillo. Romanova, que tenía seis meses de embarazo, sufrió una conmoción cerebral.

"Esperar que Romanova confiese sería un error", dice Tarasov, quien la conoce personalmente. "Los investigadores no toman en cuenta las grandes reservas de odio que Romanova siente hacia el régimen desde ese incidente".

En febrero de 1999, Romanova fue arrestada en Moscú y acusada de una supuesta conspiración para asesinar al gobernador de la región de Krasnodar Nikolai Kondratenko, conocido por sus opiniones antisemitas. En un caso que los activistas de derechos humanos calificaron como un montaje preelectoral de Kondratenko, un adolescente que llevaba una bolsa con supuestos "componentes de una bomba" fue arrestado en Krasnodar en noviembre de 1998. El joven declaró contra Romanova.

Ella ha negado su culpabilidad, pero fue sentenciada en julio de 1999 a cuatro años de prisión por una corte de Krasnodar. Dos meses después, una corte superior la liberó de la cárcel y le suspendió la sentencia por encontrarse en el último trimestre de embarazo.

Los comunistas fueron sus más activos defensores, y se unió al RKRP en 1999.

En una carta publicada en el periódico de izquierda Duel a finales de 2000, Romanova escribió: "¡Las autoridades nos temen! ¡Nos presionan, nos dividen y nos odian! Pueden decir que estamos desconcertados, que somos ridículos, débiles, inconsistentes y desorganizados, pero entregamos nuestras vidas, nuestra libertad y bienestar personal a la revolución".

Olga Nevskaya

Olga Nevskaya, de 24 años, llegó a los comunistas a través de los círculos punk. Graduada de una escuela vocacional en la ciudad de Volzhsk en la república Marii-El, fue activista del grupo ambiental radical Guardianes del Arco Iris.

Se unió al RKRP cuando estaba en prisión tras su arresto en febrero de 1999 en el caso de las bombas del FSB.

Tras varios meses en la cárcel de Lefortovo, Nevskaya confesó y fue liberada bajo la condición de no abandonar Moscú. Pero se retractó de su confesión en la corte en abril, aduciendo que los investigadores del FSB la habían amenazado.

Tatiana Nejorosheva

Tatiana Nejorosheva llegó a los comunistas a través de su familia. Su padre, Yuri Nejoroshev, es un oficial militar soviético retirado y editor del periódico de izquierda Duel. Está casada con Andrei Sokolov, un izquierdista acusado de volar una placa conmemorativa de la familia del último zar en el cementerio de Vagankovskoye en 1997.

Nejorosheva sostuvo su inocencia en la explosión de 1999 hasta comienzos de abril, cuando inesperadamente atestiguó ante la corte que había estado involucrada.