¿Quiénes son los enemigos del Pueblo en el PNV?

(Dedicado a los heroicos presos políticos vascos y a los explotados de Euskal Herria)

Mediante este trabajo, Euskal Herriko Komunistak (EHK) pretendemos realizar una aportación política al proceso de liberación nacional y social de nuestro Pueblo a partir de la herramienta analítica más importante que tienen las clases y pueblos oprimidos por el capitalismo para sacudirse sus cadenas: EL MARXISMO-LENINISMO.

El método marxista leninista se basa en el materialismo dialéctico y en el materialismo histórico y entiende que el motor de la historia es la lucha de clases. Esta verdad universal rige en todos los ámbitos sociales divididos en clases antagónicas. Euskal Herria está dividida en clases explotadoras y explotadas.

Los partidos políticos nacidos de la realidad vasca concreta están atravesados por las mismas contradicciones de clase que recorren toda la sociedad. No puede ser de otra manera en el capitalismo.

Muy frecuentemente los militantes revolucionarios y los abertzales honestos y sinceros se preguntan con preocupación si el acuerdo de Lizarra-Garazi se va a consolidar como expresión de la voluntad democrática y nacional vasca o si por el contrario, va a caer minado por la intensa tarea corrosiva y destructiva desplegada por los enemigos del Pueblo.

Nosotros ofrecemos un análisis realizado a partir del método marxista-leninista para responder a esa pregunta.

Para empezar hay que señalar la valoración que este acuerdo de Lizarra nos merece a los comunistas de Euskal Herriko Komunistak (EHK). Consideramos que es un acuerdo de trascendental importancia y un éxito histórico de las fuerzas obreras, populares y nacionales de la Nación Vasca.

El acuerdo de Lizarra-Garazi es un acuerdo político entre el nacionalismo burgués, es decir los partidos Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA), que representan socialmente a una masa importante de clases y grupos burgueses grandes, medianos y pequeños y pequeño burgueses que aspiran a convertirse en burguesía nacional y el Movimiento de Liberación Nacional Vasco que tiene detrás de sí al sector más resuelto, combativo y revolucionario de la clase trabajadora de Euskal Herria, de la juventud abertzale y de los grupos y sectores aliados de la clase trabajadora: intelectualidad democrática, campesinado y pequeña burguesía progresista y nacional.

Al acuerdo se incorpora el sector obrero y pequeñoburgués progresista que representan tanto Izquierda Unida-Ezker Batua como Zutik. La base política del acuerdo pasa por la obtención de los derechos nacionales de Euskal Herria mediante procedimientos democráticos y rechazando la solución represiva defendida por el Estado oligárquico español y sus grupos de apoyo.

A quien pudiera objetar el carácter poco avanzado del acuerdo político le diremos que hace mal si quita importancia al siguiente hecho: por primera vez desde la aprobación del Estatuto de la Moncloa en 1979 el nacionalismo burgués vasco ha roto sus compromisos tanto con el estado central como con la oligarquía financiera y ha firmado un acuerdo con el MLNV. Este hecho tiene varias consecuencias políticas:

1.- Aisla política y socialmente a las fuerzas más reaccionarias y más antidemocráticas, empeñadas en llevar al paroxismo tanto la represión contra las masas populares como la explotación económica de la clase trabajadora: la oligarquía financiera y su estado central.

2.- Rompe el diseño de "solución final" propuesto por el ultrarreaccionario ministro de la guerra Jaime Mayor Oreja para, como en 1937, doblegar otra vez mediante las bayonetas, al Pueblo Trabajador Vasco derrotando a ETA y al MLNV.

3.- Permite liberar grandes energías democráticas y revolucionarias acumuladas tanto por el movimiento obrero como por todos los movimientos populares que se van a convertir, si el proceso avanza y no se tuerce, en destacados pasos adelante en la lucha por la victoria nacional y popular.

Son los comunistas los inventores de la política de alianzas más amplia para obtener objetivos democráticos y aislar a las fuerzas reaccionarias. El dirigente de la Internacional Comunista y dirigente comunista búlgaro Jorge Dimitrov explicaba la necesidad de la creación de Frentes Populares con una argumentación que es hoy válida para defender el acuerdo de Lizarra-Garazi:

"El Frente Popular ayuda a la clase obrera a romper el aislamiento político, crea las condiciones más favorables para el cumplimiento del papel histórico del proletariado: encabezar la lucha de su pueblo contra el puñado de magnates financieros, grandes capitalistas y terratenientes, ser la vanguardia de las revoluciones democráticas no realizadas hasta el fin y de todos los movimientos por el progreso y la cultura".

Y añadimos nosotros que en las circunstancias de Euskal Herria, obtener la plena liberación nacional y el reconocimiento del derecho de autodeterminación. Son también los comunistas los defensores de la unidad de acción más amplia de todas las fuerzas nacionales para obtener la liberación nacional. Esto escribe el dirigente comunista chino Mao Tse-Tung en 1937:

"¿Debe el frente único nacional antijaponés limitarse al Kuomintang y al Partido Comunista? No. Debe ser un frente único en el cual los dos partidos constituyan sólo una parte. Debe ser un frente único de todos los partidos y grupos políticos, de todos los sectores sociales... un frente único de todos los patriotas: obreros, campesinos, soldados, intelectuales y hombres de negocios".

Nosotros defendemos la tesis marxista de que las clases intermedias respecto a las clases más directamente enfrentadas y antagónicas, la oligarquía financiera y la clase obrera, son incapaces de ejercer la dirección política de la sociedad. Esas clases intermedias en Bizkaia y Gipuzkoa, menos en Araba y casi nada en Nafarroa, están representadas por el nacionalismo burgués vasco.

El nacionalismo burgués vasco está atravesado desde su nacimiento por una contradicción irresoluble: la de servir a los intereses de la mayoría nacional y popular o la de aliarse con la oligarquía financiera.

Todos sus vaivenes históricos (parecen los de un borracho que ha perdido la razón si se analizan cronológicamente: simpatía con la independencia de Cuba y después apoyo a la monarquía alfonsina, proclamación de los derechos nacionales para después abrazarse con la extrema derecha oligárquica en defensa de "la religión", apoyo a la represión de los levantamientos obreros y después simpatía hacia los mismos, conciliábulos con las fuerzas fascistas y defensa armada y militar de la autonomía y de la república frente a dichas fuerzas, antifranquismo de boquilla y parálisis real frente a la dictadura, defensa de la autodeterminación en 1978 y después defensa de Iberduero frente a la exigencia popular de parálisis de Lemoniz y apoyo entusiasta a todas las medidas represivas hasta crear una policía que se ha ganado merecidamente el título vergonzoso de "fuerza cipaya", etc.) se explican en función de los diferentes intereses de clase instalados en este partido.

El PNV no es ni ha sido nunca el partido de la poderosa y ultrafascista oligarquía financiera nacida básicamente en Bizkaia mediante el desarrollo capitalista. Los intereses económicos de esa clase, esencialmente enemiga del pueblo y de la clase trabajadora vasca, han pasado y pasan por construir y defender un estado central, represivo y reaccionario.

Las familias de grandes dueños de minas, de navieras, de ferrocarriles, de bancos, de compañías de seguros, de empresas siderúrgicas, metalúrgicas, químicas, eléctricas, papeleras, de periódicos y un largo etcétera no sólo no han estado nunca en el PNV sino que lo han tratado con odio y desprecio y han procurado aplastarlo.

La base social del PNV han sido y son las clases medias burguesas y pequeñoburguesas de las ciudades y del campo de Hego Euskal Herria, los pequeños y medianos empresarios, contratistas, constructores, comerciantes, armadores, explotadores agrícolas, propietarios inmobiliarios, accionistas de las grandes empresas, el personal técnico y burocrático nativo, el clero vasco, el proletariado industrial de origen rural, euskaldun y cristiano, etc. con algunas excepciones.

Sólo un reducido grupo de grandes capitalistas nucleado en torno a las familias Sota, Chalbaud y pocas más, rompen el consenso ultrarreaccionario de los clanes cerrados de los grandes capitalistas vasco-españoles. Ni el PNV ni ninguno de sus miembros ha tenido nunca una posición dirigente en la gran empresa industrial vasca y menos en su núcleo central, los bancos.

Nunca desde que se creó el Banco de Bilbao a mediados del siglo XIX ni el Banco de Vizcaya a comienzos del XX, ni en toda la historia de Altos Hornos de Vizcaya, ni en grandes empresas como la Sociedad Española de Construcción Naval (hoy son los Astilleros españoles dueños de la Naval), Babcock Wilcox, Firestone, General Electrica Española, Iberduero y hoy Iberdrola, La Basconia, S.A. Echevarria, Fabrelec, Sefanitro, etc, en Bizkaia y tampoco en Seat de Iruña o en Mercedes de Gasteiz, Guardian de Laudio o en otras ha habido nadie del PNV ni en la presidencia, ni en el consejo de administración ni en una posición de dominio accionarial.

Y mucho menos en las grandes empresas españolas en las que sí están los magnates de Neguri: antes CAMPSA, hoy REPSOL, Telefónica, Grupo Prisa, Sogecable, Iberia, Aceriales, etc. La excepción fue el grupo familiar Sota que fue depurado por los fascistas en 1937 aunque en los 70 y 80 les han devuelto la mayoría de lo incautado.

El PNV, a diferencia del actual Partido Popular o sus antecesores de UCD, AP o más atrás la Falange Española y de las JONS en la época franquista, Acción Española o la CEDA en la época republicana o más atrás aún los partidos conservador y liberal de la "restauración", no HA SIDO NUNCA un partido oligárquico.

Ha sido un partido de las clases medias atravesado por su contradicción irresoluble que ha veces le ha llevado a aliarse a la reacción o a aliarse con las fuerzas democráticas y populares.

Un ejemplo fue en 1937 cuando el PNV dirigió, en la persona del lehendakari Jose Antonio Aguirre (a quien los comunistas saludamos por su compromiso antifascista), un gobierno de unidad nacional antifascista formado por él mismo y los partidos del Frente Popular: socialista, comunista, republicano y ANV).

El acuerdo de Lizarra-Garazi es para el PNV, y también para su hijo díscolo de EA, un cambio de alianzas porque ha roto de momento con el enemigo del pueblo y se ha aliado al Pueblo Trabajador. Esto debe permitir y está permitiendo de hecho a las fuerzas populares pasar de la resistencia al contraataque.

Por eso para los comunistas es un acuerdo tan importante que debemos defender e impulsar hacia posiciones lo más democráticas y avanzadas posibles.

También es verdad que el MLNV no escapa de esta regla de oro de la sociedad dividida en clases y surge en su seno una pequeña burguesía que busca instalarle en un rumbo socialdemócrata y reformista que le convertiría en simple fuerza auxiliar del nacionalismo burgués y liquidaría su naturaleza revolucionaria.

Ese ha sido el problema que ha liquidado al viejo partido revolucionario que fue el PCE y en nuestra tierra al proyecto inicialmente revolucionario de EIA-EE-PM luego corrompido por esa pequeña burguesía degenerada.

La integración de ex abertzales en el partido de la OTAN y el GAL que mantiene la vieja sigla socialista de PSOE y la penosa existencia de los socialdemócratas ex EE tienen que hacer pensar a la izquierda abertzale de a dónde conduce el camino revisionista y liquidacionista.

Y estamos convencidos que la mayoría de las bases del MLNV no están de ninguna manera por seguir ese camino sino por reforzar la línea combativa tan heroicamente seguida hasta ahora.

Tácticas utilizadas por las fuerzas enemigas para dinamitar Lizarra-Garazi

Para la gran burguesía romper la alianza táctica del PNV con el MLNV adquiere gran importancia. Su proyecto de consolidar su estado-cárcel de pueblos y de reprimir a las fuerzas populares que lo impugnan pasa por romper la alianza de la mayoría del pueblo vasco.

A tal fin sus gestores políticos del PP han diseñado un gran plan que contempla todo tipo de operaciones sucias y agresivas: desde la intoxicación permanente a través de sus órganos de prensa (el grupo Correo propiedad de los Bergareche y los Ybarra va a la cabeza), de provocaciones políticas, de acciones represivas y de oprimir al máximo a los presos políticos y especialmente un trabajo de zapa constante y tenaz en el interior del PNV apoyándose en los sectores más afines con los que han tejido en estos 20 años últimos, una espesa red de negocios y corruptelas comunes.

A la gran burguesía le ha interesado vincular a sus negocios a los jelkides que controlan las instituciones derivadas del marco jurídico de la Constitución española. De esta manera la gran burguesía ha instalado a peones afines en el seno de la estructura jelkide que hoy se oponen fuertemente a la dirección de Arzallus-Egibar a la que exigen que rompa su presencia en Lizarra y que retome su vieja política colaboracionista.

¿Quiénes son los peones de la gran burguesía en el PNV?

- Uno de ellos es Juan Alberto Pradera Jauregui. La izquierda abertzale ha denunciado una reunión que mantuvo en compañía del alcalde actual de Bilbao con el delegado del gobierno Villar para tratar de la izada de la bandera monarco-fascista española en el Ayuntamiento en las últimas fiestas.

Este individuo fue nombrado por el BBV presidente de la Autopista Vasco Argonesa Concesionaria Española S.A., empresa de su propiedad, una vez que dejó su cargo de presidente de la Diputación de Bizkaia.

Además une a este cargo, suculentamente remunerado, el de consejero de la próspera empresa de ingeniería de Bilbao Idom, del grupo Thyssen Industrie, de ABB Daimler Benz Transportation España, de Polvos Metálicos, de Eurobrok S.A. que es propiedad del empresario vizcaíno Cardenal, de Correduría de Seguros, de Servex Ultraina Holding SL, del Puerto deportivo de Getxo y del Metro además de administrador de Aljare SL.

Es decir, es un jelkide que se acerca al círculo oligárquico, que se alia a él y que merece su confianza política.

- Otro elemento que pensamos nosotros juega un papel importante como dinamitador interno de Lizarra en defensa de los intereses oligárquicos es la cabeza actual de la familia Sota, Patrick de la Sota Mac Mahon, nieto de Sir Ramón de la Sota y Llano.

Sir Ramón utilizó el matrimonio de sus hijos de la misma manera que lo hace el resto de la oligarquía: para asociarse con otros clanes capitalistas y reforzar así su poder e influencia. Varios de sus hijos se casaron con los hermanos Vilallonga pertenecientes al clan Ybarra, otros se casaron con otros destacados fascistas.

Aunque Patrick es el hombre del PNV que ocupa la presidencia de la Cámara de Comercio de Bilbao desbancando al sector fascista, también es el hombre que preside Seguros Bilbao S.A., empresa en la que participa el BBV y que ha pedido al monarca Borbón, símbolo con el que se identifica la monarquica oligarquía de Neguri, que presida simbólicamente la fundación para construir un museo marítimo de la ría de Bilbao.

Es decir, su política es de alianza entre PNV y Neguri y esa política pasa hoy por reventar desde dentro el pacto de Lizarra-Garazi.

- Otro elemento clave apostamos porque es Jose Ignacio Berroeta, presidente de la BBK, es decir de la institución de ahorro que goza de la confianza de la Diputación, es decir del PNV, pero que a su vez fue propuesto para el cargo por el BBV a Xabier Arzallus. Es decir, es un hombre del BBV-oligarquía financiera infiltrado en los círculos de poder institucional del PNV.

- El Athletic de Bilbao es un importante centro de poder social de Bizkaia donde la oligarquía fascista tuvo que abandonar su posición de poder absoluto, de la que gozó desde la toma de Bilbao por los bandidos franquistas, a cambio de una alianza operativa con el PNV. El oligarca españolista Guzmán Uribe que vicepreside el club ha declarado que exhibir la ikurriña es hacer "política".

Los directivos del club miembros destacados del PNV están bajo la influencia política de este tipo de gente y hacen frecuentes negocios con ellos. Por ejemplo Pedro Maria Aurtenetxe, ex presidente del club, se asocia con la familia oligárquica Guzmán para crear el gabinete de publicidad Aurman S.A.

Fue el portavoz de dicha familia cuando la Organización Socialista Revolucionaria de Liberación Nacional ETA mantuvo arrestado a uno de sus miembros.

- El que ha sido secretario del BBB Francisco Javier Chalbaud Rodríguez se ha asociado con conocidos miembros del clan oligárquico en varios de sus negocios: por ejemplo es accionista de la inmobiliaria Serpai S.A. en compañía de su esposa Maria Concepción Lezama Leguizamón Vicinay y de Manuel Delclaux de la Sota.

La hermana de este último, María Esperanza, ha sido accionista de la empresa de tragaperras Cressybar S.A. vinculada al PNV. El citado jelkide Chalbaud es miembro del consejo de administración de la empresa familiar de los Lezama Leguizamón, Lezuri.

Hay que recordar que el clan Lezama Leguizamón es uno de los fuertes de Neguri, accionistas destacados del BBV y unos de los principales propietarios inmobiliarios de Bilbao y Bizkaia de conocida tradición ultrafascista en la rama carlista reaccionaria.

- Sabin Azua, militante del PNV y ex asesor del diputado general de Bizkaia es socio y directivo de la consultoría KPMG Peat Marwick que a su vez goza de la confianza de los círculos de la gran burguesía. Su hermano Jon ha sido diputado foral de promoción económica de Bizkaia y varias veces consejero del PNV y vicelehendakari.

Mantiene vinculaciones con la oligarquía habiendo sido director general de la Bolsa de Bilbao y de Bilbao Plaza Financiera (1989-1991) y miembro de los consejeros de administración de Petronor y otras sociedades privadas.

- A este sector vinculado al PNV hay que añadir la existencia en EA de un grupo de extrema derecha llamado "Bultzagileak" creado por el antiguo secretario personal de Jose Antonio Aguirre en el exilio Antón de Irala, hombre del servicio secreto norteamericano y padre del actual presidente de Iberia, Xabier de Irala.

Grupo fanáticamente anticomunista probablemente vinculado al ala derecha de EA que lideran Oliveri y Ormazabal aunque tiene una identidad propia y probablemente un funcionamiento cerrado tipo secta. Uno de los miembros públicos de este peligroso grupo reaccionario es el ex alcalde de Hernani Rekondo.

Los habitantes de Hernani y en particular los compañeros de la izquierda abertzale han conocido perfectamente la política práctica que "Bultzagileok" aplicaría en Euskal Herria si pudiese: reaccionarismo extremo, opresión de los movimientos populares, imposición autoritaria, política de cuartel y virulencia máxima contra el MLNV con el aplauso entusiasta de los españolistas.

En esa ala derecha de EA preocupa el perfil de la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa Koruko Aizarna casada con el sociólogo del palo y tentetieso de la Universidad jesuítico-oligárquica de Deusto Elzo, hijo de un funcionario fascista del Ayuntamiento de Beasain y urdidor de las políticas represivas aplicadas por el departamento de interior de Lakua de la época Atutxa.

No se puede nunca olvidar el triste papel de defensor del proyecto antipopular de Lemoniz financiado por lberduero que realizó Garaikoetxea cuando estuvo al frente del gobierno de Gasteiz frente a un amplio movimiento popular.

Fue Garaikoetxea quien hizo entrar en ese gobierno al tecnócrata más eficaz que tiene la oligarquía de Neguri para sanear sus negocios financieros e industriales, Pedro Luis Uriarte Santamaría, actual hombre fuerte del BBVA, que ha sido alto ejecutivo y subdirector general del Banco de Bilbao, vicepresidente y consejero delegado del BBV.

Que nadie sea tan imbécil de pensar que es un nacionalista "infiltrado" en la banca de Neguri sino lo contrario, un alto asalariado de Neguri infiltrado en el nacionalismo burgués, prueba viva de la política vacilante de éste.

Este es el tejido social de vinculaciones económicas, amistosas, familiares y de todo tipo entre los jelkides que hoy se oponen al acuerdo de Lizarra-Garazi y la gran burguesía vasca y española que está empeñada en sabotear dicho acuerdo y en reemprender la ofensiva final contra el MLNV, contra la clase trabajadora y la Nación Vasca.

No sabemos si en el PNV terminará por imponerse su base social medio burguesa, pequeño burguesa y popular o si se impondrá el ala minoritaria.

Lo que si sabemos es que sólo cuando se construya en Euskal Herria un régimen de democracia popular en el que la ínfima minoría explotadora haya sido despojada de su libertad de oprimir, explotar, reprimir, corromper y saquear, esa mayoría popular se verá liberada y en alianza con el proletariado urbano y rural y con todo el Pueblo construiremos una República libre y democrática de Euskal Herria que será un bastión de la defensa de la Paz y de la verdadera democracia y de la solidaridad en todo el Mundo.

Sólo así el proletariado podrá cumplir la misión histórica explicada por Carlos Marx: "El proletariado debe en primer lugar conquistar el poder político, debe elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación...".