Red Palante!Colectivo León Zuleta

El siguiente artículo tiene un alto contenido político respecto al activismo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero)

28 de junio, más vergüenza que orgullo gay

por Luis Fernando Gallego

Felicito a los de Junio Unicidad, por la publicación del artículo en el periódico El Tiempo ("Los establecimientos gay se negaron a participar de la celebración del día de los homosexuales", junio 25 de 2004).

A propósito de este artículo planteo la siguiente pregunta:

¿Por qué los propietarios de establecimientos para LGBT en Cali no apoyan las actividades del sector?

¿No será (según mi hipótesis) que...

Los homosexuales gastamos un porcentaje muy importante de nuestros ingresos (entre un 15% y 25%) en actividades asociadas al entretenimiento y la recreación homosexual.

Haga la cuenta y sume:
1.Bronceada el domingo en el Spa
2. La ida al bar antes de la disco
3. El cover en la discoteca de moda
4. Obviamente el After Party
5. La infaltable Viejoteca
6. La tarde en el Video
7. La compra del lubricante y los condones
8. El motel
9. El modelito MSG (Mami Soy Gay)

Revise de nuevo esta lista y encontrará que en el último mes usted gastó de su dinero en al menos tres actividades asociadas con su orientación sexual.

Esto lo convierte en un consumidor homosexual, y como tal, usted podría tener un poder de negociación muy fuerte o muy bajo dependiendo de qué tan empoderado se encuentre.

¿Y usted qué tan empoderado está?

Si usted es como la gran mayoría de personas de nuestro sector que asume su homosexualidad no como un ser integral sino como un simple objeto de placer, el cual sólo se estimula o motiva con la rumba, el deseo, la vanidad, y el corrinche.

Que además tiene los ojos tapados por la falsa autoapreciación de la aceptación y el respeto de su entorno próximo...

Entonces yo le entiendo por qué usted no quiere empoderarse como un sujeto social, si es que a usted como a mí, como homosexual, no me hace falta nada. A mi todo el mundo me acepta y me respeta sin importarme que...

Mi pareja y yo tengamos que pagar dos EPS, y no podamos optar un subsidio de vivienda porque simplemente somos una pareja del mismo sexo.

Einar esté casi deportado, porque Juan es Juan y no Juana.

Mi vecina, la travesti estilista que fue apresada por 24 horas, estuvo incomunicada, porque cuando iba camino a la tienda un policía la detuvo y la encarcelo sólo porque no "portaba" su cédula.

Mucha gente que "nos acepta" de frente pero nos convierte en objeto de burla, como sucede en algunos dramatizados de nuestra televisión u oficinas, donde no puede faltar la loca.

No existan leyes antidiscriminación que nos protejan como homosexuales.

Mis hermanos hagan alegres cuentas con la herencia que voy a dejar, sin importar que es el patrimonio que he construido con mi pareja toda una vida.

Entonces si no somos capaces de ver que a pesar de la aparente "aceptación" que gozamos seguimos siendo ciudadanos de segunda categoría, ¿cómo esperar que gays, lesbianas y trangeneristas se perciban a sí mismos como consumidores homosexuales con un poder de negociación en el mercado?

La mejor explicación para esta situación me la dijo la propietaria (no homosexual) de una conocida discoteca para gays en Pereira, cuando unos amigos tenían la idea de crear una revista para el sector, y se acercaron a ella ofreciéndole publicidad y ella les respondió:

"Yo no le boto plata en esas vainas, entre y mire como esto está de lleno. A mí la gente me llega solita".

¿Los LGBT son más que rumba?

A todos nos encantaría la posibilidad de contar con iniciativas que vayan mas allá de la rumba y el porno, revistas como Instinct o la guía gay de New York, que Queer As Folk la pasen por los canales nacionales, que nuestras marchas del día del orgullo gay sean tan apoteósicas como las de New York o San Francisco.

¡Qué bonito sería encontrar ese lugar más allá de arco iris, querida Dorothy!

No es que ellos hayan encontrado el camino amarillo y estén taconeando con sus zapatillas rojas.

Sino que estas iniciativas son exitosas porque los Gays, Lesbianas y Transgeneristas se han hecho sentir como un segmento de mercado objetivo, un target group rentable y atractivo para invertir, cuantificado, empoderado y sensible que tiene una alta capacidad de compra pero que demanda mas allá de la rumba y porno.

Pero como así que...

La única revista de circulación nacional del sector LGBT, Acento, muere con sólo llevar siete ediciones por falta de pauta.

Que la novela "Perfume de agonía" salga del aire porque una multinacional de productos de consumo masivo no quiso seguir pautándola, pues en una escena dos mujeres se besaron.

La única guía gay de Cali lleve mas de tres meses sin salir sólo porque cada vez son menos los patrocinadores. Miren los números anteriores y comparen.

Cali, una ciudad con más de dos millones y medio de habitantes; si Kinsey está en lo correcto el 10% son LGBT. ¿Dónde estan esos 250 mil homosexuales caleños, si al final del mes sumamos la asistencia a los eventos que las organizaciones del sector (Quiron, Junio Unicidad, El Aguacatal) la asistencia no llegó a 500 personas, sólo un 0,02 % de nuestra población?

Pero si pregunte cuál fue la millonaria taquilla que dejaron las gay pride parties de anoche en las discotecas alrededor del mundo.

¿Dónde estamos nosotros los consumidores homosexuales ejerciendo nuestro poder de negociación?

¿Será que en las próximas elecciones a usted ya se le habrá olvidado quiénes fueron los senadores que hundieron nuestro proyecto de ley de parejas del mismo sexo?

¿Será que usted, dentro de 20 años, al tratar de recordar los años de su juventud como LGBT lo único que va a recordar es un listado interminable de videos, saunas bares y discotecas, y nada mas?

Los invito a reflexionar si hoy, 28 de junio de 2004, día de nuestro orgullo, casi 40 años después del Stonewall, 14 años después de la Constitución del 91.

Hoy que contamos con un marco jurídico para construir nuestra identidad como:

Seguimos sintiéndonos homosexuales exclusivamente los sábados en la noche, cuando nos vamos a dejar nuestro dinero en la rumba, por maricas.