Feminismo, una vía para la liberación total

Para empezar este tema tan importante y extenso trataremos de hacer una pequeña introducción de lo que es el feminismo, ya que todavía mucha gente cree que equivale a machismo.

El argumento de los machistas es que las feministas pretenden colocarse en una posición de lucha contra el hombre. Esto es una gran mentira.

Lo que queremos es un reconocimiento por lo que todas las mujeres valemos como seres humanos, conquistar los espacios que requerimos para expresarnos, que dejemos de ser objetos manipulables y débiles.

Luchamos por nuestra emancipación, por tomar el control de nuestra vida, y así luchar por la liberación de todos los seres humanos sin ninguna discriminación.

Otros creen que esta lucha es innecesaria, ya que suponen que las mujeres tenemos todas las libertades y no sufrimos injusticias, pero desgraciadamente esto no es cierto. La mujer sufre todo tipo de atropellos todos los días, y lo peor es que nosotras lo vemos normal cuando no lo es.

La mujer debe superar su actual estatus social, económico y cultural.

Ya no deben existir diferencias sociales basadas en el sexo, no pueden seguir limitándonos y marginándonos, ni podemos seguir permitiendo el constante mensaje reaccionario de que la meta principal en la vida de la mujer debe ser atender a su esposo y ser ama de casa.

Además quieren que nos traguemos la mentira de que los problemas sociales como el crimen y la droga se deben a que muchas familias no tienen padre. La clase dominante no quiere que la mujer alce sus miras, que se preocupe por el mundo, que piense en cómo cambiarlo.

Por eso no nos quedaremos calladas más tiempo. Es hora de que las voces de todas las mujeres se escuchen exigiendo lo que tanto merecemos, nuestra libertad, igualdad de derechos y un cambio en la estructura ideológica que nos ha tenido oprimidos. Que terminen los abusos en las calles, en nuestras casas y trabajos, por parte de los policías, en los medios de transporte.

Ya no debemos conformarnos a malos tratos y a olvidar nuestros sueños. No más subordinación. Si todo esto no es suficiente para exigir un cambio, no sé qué más debemos seguir soportando.

Si no luchas, ¿cuándo serás libre?