Santi Brouard y Josu Muguruza
El 20 de noviembre es una fecha marcada por la muerte. Tal día como ése, allá por 1975, Francisco Franco era declarado oficialmente cadáver tras una larga agonía y 40 años de dictadura. Años más tarde, Santi Brouard era abatido por las balas mercenarias en su consulta de Bilbo. Y en 1989, dos encapuchados dispararon contra los diputados abertzales que cenaban en el Hotel Alcalá de Madrid. Cuando las pistolas trataron de silenciar al independentismo.
Santi y Josu, además de reivindicar, trabajar y luchar durante años y de ser un ejemplo en defensa de la independencia y del socialismo, eran diariamente militantes en favor de la paz y del diálogo y de la resolución del conflicto. Por eso, porque abogaban por la paz, el diálogo y la solución democrática del conflicto, alguien decidió acabar con sus vidas.
Santi
Brouard
Nació en Lekeitio en 1919. Estudió medicina en Valladolid,
influenciado por la muerte repentina en poco tiempo de dos de sus hermanas.
Terminada la carrera, regresó a Bilbo para especializarse en pediatría
en el Hospital de Basurto. Cuando se acercaba a los 40 años se casó
con Teresa Aldamiz, con la que tuvo tres hijos, mientras trabajaba con la
primeras ikastolas que se formaron en Bizkaia.
En 1974 Santi, después de atender a un militante de ETA herido de bala por la Policía española, toma el camino del exilio. En Iparralde conoció a Argala, cuando la desaparición del dictador se preveía ya inminente, y juntos aportaron sus ideas en torno a una alternativa KAS que dará cuerpo a un bloque, englobando a las diferentes organizaciones abertzales, incluida ETA. Santi Brouard había sido uno de los cofundadores del partido EHAS que, posteriormente, dio lugar a HASI en 1977. Fue presidente de HASI hasta su muerte.
A su vuelta a Hegoalde, Santi participará en la reorganización de la izquierda abertzale a la vez que continuaba trabajando en su consulta como pediatra. En 1983 permaneció encarcelado en la prisión de Basauri junto a otros compañeros tras los acontecimientos que se produjeron en la Casa de Juntas de Gernika, con motivo de la visita del monarca español. Miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, elegido como parlamentario en sucesivas ocasiones, tanto en el Parlamento central como en el autonómico, tras las elecciones municipales de 1979, ostentó también durante una legislatura la tenencia de alcaldía del Ayuntamiento de Bilbo.
El 20 de noviembre de 1984, aniversario de la muerte de Franco, fue muerto por dos mercenarios en su misma consulta de Bilbo. Semanas antes había recibido directamente del embajador francés en Madrid, Pierre Guidoni, la noticia de una gran ofensiva represiva de Madrid y París contra la izquierda abertzale en el caso de que ETA no depusiera las armas. Su muerte pareció la confirmación de que la amenaza sería cumplida.
Josu Muguruza
Militante de la izquierda abertzale, diputado por Bizkaia en las Cortes españolas, redactor jefe del diario Egin y muerto por bandas parapoliciales españoles en el hotel Alcalá de Madrid el 20 de noviembre de 1989. Josu Muguruza nació en el barrio bilbaino de Rekalde, en septiembre de 1958. Comenzó sus estudios universitarios en Deustu, en la rama de Pedagogía, pero los abandonó para matricularse en Periodismo, en Leioa. Para entonces, había aprendido euskara y militaba en ASK. En 1981, después de que la policía detuviera a su compañera Elena Bartolomé, huyó a Iparralde.
El exilio no redujo la actividad de Muguruza. Poco después de llegar a Iparralde comenzó a impartir clases de euskara en AEK de Baiona, a dirigir un programa semanal de poesía en Gure Irratia y a llevar la corresponsalía del diario Egin en las tres provincias del Norte. En 1984 fue uno de los organizadores del Comité de Refugiados, en la época más dura del GAL, y comenzó a escribir en Egin una crónica semanal bajo el seudónimo de Zohardia. Tras seis años de intensa estancia en Iparralde, el 12 de marzo de 1987 fue detenido por la policía francesa y entregado a la española bajo el procedimiento de "urgencia absoluta". Torturado en Donostia y Madrid, ingresó en la cárcel de Carabanchel y más tarde en Alcalá y Herrera de la Mancha, de donde salió meses más tarde.
De vuelta a Hegoalde y ubicado en Gasteiz, Josu Muguruza entró a formar parte de la Mesa Nacional de Herri Batasuna en calidad de responsable de formación. Simultáneamente, comenzó a trabajar en el diario Egin, firmando la crónica de análisis político que los lunes aparecía con la rúbrica de Iratzar y a militar en el ejecutivo de KAS. Las circunstancias de la época, en los prolegómenos de las Conversaciones de Argel entre ETA y el Gobierno español, hicieron que Josu se convirtiera en uno de los protagonistas ocultos de los encuentros. Muguruza trabajaría en la ubicación política del proceso negociador, en sus recodos y, fundamentalmente, en su teorización.
En noviembre de 1989, sustituyó a Tasio Erkizia como diputado por Madrid. Cuando se produjo el cambio, Xabier Arzalluz, presidente del PNV diría sobre él que era "el general de Herri Batasuna". El 20 de noviembre de 1989, mientras que varios dirigentes de la coalición abertzale preparaban en el Hotel Alcalá la estrategia a seguir en la sesión del día siguiente en el Parlamento español, que abría una nueva legislatura, dos individuos armados dispararon contra Josu y sus compañeros. Su muerte produjo una gran conmoción en Euskal Herria y una huelga general en Hegoalde. Su vitalidad y entrega quedaron condensadas en una carta que dos años antes había enviado a su compañera desde la prisión de Herrera: "Me he parado a pensar un rato, y me daba cuenta de lo fuertes que somos, del enorme caudal que tenemos, que con más o menos potencia pero no deja de parir fuerza, resistencia, ganas. Me daba cuenta de que si en estas condiciones de dureza estamos siendo capaces de vivir, de buscar alegría, de gustar, de estar seguros de nosotros, de no perder el norte, seguir amando, y al mismo tiempo luchando... ¿cómo no vamos a ganar? ¿Cómo no vamos a multiplicar la felicidad diaria, la satisfacción de ser útiles, de realizar ideales?...".