El preso inquebrantable
La obra de Miguel Ángel Beltrán y su aporte al pensamiento crítico
Uldarico Flórez Peña
El jueves 10 de diciembre de 2015, fue la presentación del nuevo libro del profesor Miguel Ángel Beltrán, en el auditorio Camilo Torres de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia; Las FARC-EP (1950-2015): Luchas de ira y esperanza, el cual contempla un trabajo muy encomiable desde distintos puntos de vista, se observa también la evolución sostenida hacia un estadio avanzado de elaboración teórica y metodológica del espinoso problema que aborda, la cual se transforma prontamente en una referencia académica del pensamiento crítico.
Agitación política
Un decenio de agitación política: México, la Revolución cubana y el movimiento de liberación nacional MLN (1958-1968), es un texto donde el profesor Miguel Ángel Beltrán analiza la agitación política que vive México a finales de los años 50, y comienzo de los 70, en el contexto del triunfo de la Revolución Cubana (1959) y el ascenso de la lucha antiimperialista en el continente americano. Como parte de este análisis, la investigación concentra su atención en el sexenio presidencial de Adolfo López Mateos (1958-1964), destacando la movilización social que acompaña sus primeros años de gobierno y el papel del liderazgo que juega en esta coyuntura el general Lázaro Cárdenas.
Al mismo tiempo, el libro estudia las perspectivas ideológicas, realizaciones de los núcleos democráticos nacionalistas, así como de la izquierda socialista en México (PCM, PPS y POCM), sus luchas en defensa de la Revolución cubana, la democracia sindical y la libertad de los presos políticos, que alcanza un momento unitario importante con la constitución en agosto de 1961 del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), cuya trayectoria, logros y frustraciones son analizados en el libro hasta su formal disolución (1967-68).
De igual manera, encontramos otro importante texto del profesor, publicado por el gobierno Bolivariano de Venezuela de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, Colombia y América Latina: Historia de disidencias y disidentes, en el cual destaca que el conflicto que envuelve a la sociedad colombiana no se encuentra aislado dentro de sus fronteras: no afecta solo a sus vecinos cercanos, pues se trata de uno de los escenarios más álgidos de la nueva lucha antiimperialista que hoy día cobra mayor fuerza en toda nuestra América.
Este trabajo apunta hacia una disciplina historiadora que privilegia los movimientos sociales y las luchas populares por encima de las figuras heroicas individuales, comprende los orígenes del conflicto en el contexto de las luchas antiimperialistas latinoamericanas.
Ahora veamos, cómo el autor, profundiza el pensamiento crítico desde la cárcel con su estremecedor libro Crónicas del “Otro cambuche”, en el cual a pesar de las dificultades del presidio, aun habita la esperanza con el objeto de demostrar un acompañamiento real y la consecuencia de un pensamiento libertario promotor de la cátedra libre y el libre pensamiento.
Impunidad
El silencio ha promovido la impunidad y el señalamiento a quien ejerce o defiende los derechos humanos; contra cada vez que recordamos a nuestros maestros en silencio los matamos de nuevo, maestros reconocidos como Jaime Pardo o Eduardo Umaña, y otros no tan mencionados, anónimos para la mayoría, que han sido silenciados.
Luego que la primera instancia lo declarara inocente de todos los cargos, entre ellos el de rebelión, el profesor Miguel Ángel Beltrán, como intelectual orgánico siguió avanzando en el desarrollo del pensamiento crítico con su nuevo libro La Vorágine del Conflicto Colombiano: una mirada desde las cárceles, publicado por Ediciones Desde Abajo.
Este libro es un relato en primera persona de la guerra que vive Colombia, un relato polifónico que reúne experiencias enfrentadas pero con el denominador común del conflicto armado, estructurando las mismas. Sin ningún tipo de mediaciones aparecen aquí las voces de quienes con sus propias humanidades corporizan (o lo hicieron) la guerra.
Estos relatos, reunidos bajo condiciones excepcionales- tanto por el lugar como por la situación en que fueron tomados- demuestran, acabadamente, la talla intelectual, académica, de promotor consecuente en todo sentido del pensamiento crítico, quien en las más terribles circunstancias tuvo la iniciativa de reunir testimonios de los diversos actores políticos del conflicto armando, que desde hace décadas desangran al país.
Para el sufrido pueblo colombiano resulta imperioso buscar una paz justa y duradera. Algo que resulta casi imposible mientras el Estado actúe tanto legal como ilegalmente, mientras tenga un aparato jurídico-punitivo y un aparato paraestatal criminal que asume aquellas tareas que jurídicamente no se pueden realizar. Así como la pena de muerte, legalmente vedada, es una práctica regular y recurrente realizada por escuadrones de sicarios, no solo admitida de hecho por el Estado, sino también diligenciada en muchas oportunidades por el mismo.
Si alguien supone que estas afirmaciones son temerarias, no tiene más que avanzar en la lectura de La Vorágine del Conflicto Colombiano: una mirada desde las cárceles, desde el retrete de la sociedad, lugar en el cual ya casi no quedan espacios para maniobrar y que, por lo tanto, es más cercano a la verdad.
Pensamiento critico
Muchos compañeros, amigos, colegas del pensamiento crítico del profesor Miguel Ángel Beltrán, a lo largo de la historia colombiana, han sido asesinados oficialmente y los hechos permanecen en la más absoluta impunidad: podemos recordar, haciendo memoria, a Alberto Álava Montenegro, Pedro Luis Valencia, Luis Felipe Vélez, Héctor Abad Gómez, Leonardo Betancur Taborda, Jaime Pardo Leal, Luz Marina Rodríguez; Rodrigo Guzmán Martínez, Orlando Castañeda Sánchez, Francisco Gaviria Jaramillo, Luis Fernando Vélez Vélez, Hernán Henao, Jesús Antonio Bejarano, Darío Betancur, Jorge Freytter, Alfredo Correa de Andreis.
Otros también compañeros del profesor Miguel Ángel Beltrán y promotores del pensamiento crítico han sido encarcelados como William Javier Díaz, Liliany Obando, Ómar Alfonso Cómbita, Ómar Marín, Carlos Lugo, Jorge Eliécer Gaitán, Erika Rodríguez, Xiomara Torres, Diego Alejandro Ortega, Cristian David Leiva, Carlos Alexánder Carrillo, Francisco Tolosa, David Rabelo, Húbert Ballesteros y cerca de 9.500 presos políticos más en las cárceles y penitenciarias del país, unos porque se alzaron en armas por el legítimo derecho de rebelarse contra un régimen que ha azotado la patria con la violencia, el terrorismo de Estado, otros por ejercer desde las trincheras académicas e intelectuales el pensamiento crítico.
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