Hace once años nació Misión Árbol de la mano de Hugo Chávez

Esta misión contempla cuatro etapas: recolección de semillas, producción de plantas, plantación, y mantenimiento por cuatro años continuos. Para ello se cuenta con la participación sostenida de quienes integran los casi cinco mil comités conservacionistas conformados en todo Venezuela.

El 4 de junio de 2006 nace Misión Árbol, política del Estado venezolano que busca mantener el equilibrio ecológico y recuperar espacios degradados, a través de un plan de reforestación con la participación conjunta del pueblo y las instituciones públicas

La creación de esta misión se anunció en el programa Aló, Presidente, edición 257, desde el sector Los Venados del parque nacional Waraira Repano, en Caracas. Allí, el comandante Hugo Chávez plantó un nogal de Caracas junto a la entonces ministra del Ambiente, Jacqueline Faría.

Con este gestión comenzó Misión Árbol, que se propone concretar un nuevo modelo de desarrollo fundamentado en la recuperación, la conservación y el uso sustentable de los bosques para mejorar la calidad de vida de los venezolanos.

Esta misión contempla cuatro etapas: recolección de semillas, producción de plantas, plantación, y mantenimiento por cuatro años continuos. Para ello se cuenta con la participación sostenida de quienes integran los casi cinco mil comités conservacionistas conformados en todo el territorio nacional.

Especies

Carocaro, jabillo, caoba, mijao, samán, bucare, clavellino, algarrobo, roble, apamate, yopo, pardillo, carapa, peonía, cedro, merey, casco de vaca, cañafístula, flamboyán, pomarrosa, pilón, ben, leucaena, vera, caro caro, aceite, parapara, pericoco, dividive, cují Negro, sangre drago, uveda, jobo, almendrón e indio desnudo, entre otras, forman parte de la larga lista de especies.

Venezuela es el único país que tiene un programa dirigido a la recuperación de los bosques, a través de este programa ambiental.

Tan solo un árbol produce en promedio el oxígeno que consumen diez personas; así que ser partícipe en las siembras y en su protección es tan importante como la conservación de las fuentes de los recursos hídricos, el oxígeno que respiramos, el agua que consumimos y nos purifica el ambiente del anhídrido carbónico. Sembrar un árbol significa vida y preservar nuestro planeta y nuestra especie de la hecatombe ambiental en la que nos está sumergiendo la irracionalidad capitalista.

VTV